Desde que en la bodega Descendientes de J. Palacios marcáramos las directrices de elaboración en el año 1999, nuestra manera de hacer no cambió mucho, pero siempre hemos tenido curiosidad por hacer y probar cosas, sobre todo de mejorar y aprender:
vinos sin sulfitos desde el 99, maceraciones largas en vino blanco desde el año 2000, tinajas en el 2006, maceraciones carbónicas, mezcla de variedades locales, claretes con madreo, vinos fortificados, crianza biológica sin encabezar de palomino del bierzo (que acabó siendo un gran vinagre…), aguardientes de paraje, en fin….
Algunas de estas pruebas se comercializaban en el mercado campesino, en la fiesta de la Agroecolorgía o en algunos establecimientos amigos bajo los recordados nombres: “Si quieres volar con alegría bebe tinto Mencía”, que era un vino joven sin sulfitos con la ya manida infusión, y “Nunca es tarde si el de Valenciana es bueno” un vino naranja desde el año 2000 hasta el 2011, en el que ya nos cansamos del aroma producido por la levadura Candida y empezamos a prensar la uva fresca y usar sulfuroso… un poquito…
Y no sólo de vino vive el viticultor berciano, acostumbrado al minifundio y con la idea de dar sentido a todos los cultivos compañeros de la viña, también elaboramos zumos de muchos frutos diferentes, crema de castañas y otras jugosas delicias, unas a nivel comercial y otras experimental.
Todas estas elaboraciones «paralelas» siempre tenían una relación con el concepto agrícola holístico y por ello con la Granja Cando, sus cursos, encuentros, etc. Casi cada producto se fraguó en alguna de las actividades que se realizaban en la escuela.
También de la escuela han salido iniciativas que han terminado siendo queserías, panaderías o han ayudado a tomar caminos diversos a actividades ya en marcha.
Con la mudanza a la nueva bodega, muchas de estas iniciativas enmudecieron… por falta de tiempo y por reorganización del stock… teníamos tantas botellas de experimentos guardadas, muchas de ellas sin “amparo legal”, que decidimos hacer limpieza, parar, repensar y centrarnos en el trabajo que suponía adaptarnos a las nuevas y flamantes instalaciones de Corullón.
El gusanillo de seguir probando cosas no desaparece y tras el congreso de viticultura del año pasado, volvimos a la carga con los vinos sin sulfitos.
Esta vez decidimos hacer dos deposito iguales, uno con y otro sin.
Una especie de colección comparativa para valorar el resultado final.
La uva es de uno de nuestros viticultores y buen amigo Pachu, él es de Quilos pero las viñas están en Iglesia de Campo. Certificadas en ecológico, ya que es uno de los pioneros en AE en el Bierzo. 20 años de edad siempre en ecológico.
El vino que tiene sulfitos está elaborado con la cantidad que habitualmente usamos para hacer nuestros vinos comerciales.
El que no tiene, no tiene; ni el poquito ese que a veces se le echa al embotellar… pero esta filtrado, ya que encontramos una pequeña población de ese bichito que da un olor que, al menos a nosotros, no gusta (relincho).
Es un «vino nuevo» por que es del 2019, pero no es un «nuevo vino»… del todo, ya que sigue el camino de los vinos elaborados hace no tantos años.
Es más bien una «etiqueta nueva» que pretende aglutinar todas las pruebas que vayamos haciendo y nos resulten lo suficientemente buenas como para ofrecer, siempre en el ámbito local.
Y como cada año haremos lo que se nos vaya ocurriendo. Le hemos llamado Tema Libre… los habrá tintos, blancos, quién sabe si claretes… naranjas ya no, se nos paso la fiebre hace rato… ya se irá viendo, ya surgirán las inquietudes por probar y comprobar.
Siempre en ecológico, esta etiqueta nos va permitir aprender muchas cosas y disfrutarlas en un ambiente cercano.
Además cada botella va tener una etiqueta única, por el momento los vinos de esta cosecha quedan en casa y estarán ilustradas por Titín; quien sabe otros años y otros vinos
Este próximo domingo 7 de Junio, estarán disponibles en el Mercado Campesino de la Olla del Bierzo en Cacabelos.
Os recomendamos probar los dos a la vez, no mezclados…
