Sin agricultura, nada.

Seth armstrong

pintura de Seth Armstrong

Poco a poco nos van saliendo amigos de debajo de los sembraos; esta vez os presento a Maite, enóloga comprometida que hace una gran labor en viñedos de Toledo. Fina pluma de cuna fina.

Gracias Maite, y bienvenida

 

Sin agricultura, nada. Así reza el cartel que cada año renuevan por San Isidro en la Universidad de Agrónomos. La verdad luce así de simple. Sin embargo, nos hemos empeñado en complicarlo yendo en dirección contraria como kamikazes. El ámbito rural queda desterrado y desmembrado. La profesión del agricultor lejos de merecer nuestra admiración, se ha menospreciado tradicionalmente, y en esto seguimos. En el campo se trabaja de sol a sol, siete días a la semana. Gracias a ello se conservan los pueblos, se cuida el medio ambiente y se mantienen muchas buenas tradiciones. Pero la sociedad prefiere mirar hacia otro lado donde el sol no queme tanto.

 

Así se estima que sólo el 7% de los jóvenes agricultores posee alrededor de 35 años y 1 de cada 3 agricultores pasa de los 65. Tampoco ayudan las políticas europeas. Con ellas se dirigen y limitan las producciones. Su planteamiento es especializar a cada región con una agricultura y ganadería intensiva. Siempre favoreciendo a los grandes productores frente a los pequeños artesanos, elaboradores de una agricultura diversificada. De esta forma, resulta muy difícil que se logre alcanzar el autoabastecimiento de una zona, porque siempre dependerá de otros. Es la cruel ley del mercado y el portal de la especulación. Ahora se subvenciona el arranque, luego la plantación intensiva, después se penaliza sobreproducción. ¿Con qué nos sorprenderán mañana?

 

Si las ayudas no se dirigen a que realmente se desarrolle un área rural, que pueda sostenerse por sí misma en el tiempo, que no dependa de los vaivenes de Bruselas, que tenga las infraestructuras necesarias (transporte, escuelas, etc) para asegurar una vida dedicada al campo, éste se seguirá abandonando. Necesitamos una Europa más local y menos global, más cabal y sostenible.

 

Quiero agradecer a Julián Ruiz Villanueva, por las palabras que nos dejaron a todos agradablemente sorprendidos en el Congreso “El papel de la Agricultura Biodinámica en la Viticultura” que se dio esta escuela el 14 de Noviembre, todo un canto a la dignificación del agricultor.

 

Maite Sánchez

 

 

 

 

 

 

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Julian Ruiz Villanueva

foto cedida por Mirian García de su bonito blog.

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