Fuego

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La triste estampa de un monte quemado, es a lo que lamentablemente nos tiene acostumbrados el verano y la mano suelta de algunas personas, las cuales, prefiero pensar, están enfermas. Seguramente haya accidentes o descuidos, siempre imperdonables, que nos hacen volver a ver que nunca hay que bajar la guardia.

 

El paisaje esta tan modelado por la agricultura, y la ganadería que deberíamos hacernos responsables de mantenerlo. La ganadería, o la falta de ella mas bien; también podríamos hablar de la falta de agricultura.

 

Pero, en fin, estos son debates que inevitablemente pasan por la despoblación del medio rural y la falta de un futuro estable y económicamente sustentable en el mismo; debido, principalmente, a como esta “montado” el sistema, la sociedad, etc.

 

Después de tres incendios en una semana, dos en Corullón y uno bastante importante en Villafranca, nos hemos puesto a trabajar en la recuperación de los terrenos quemados que nos afectan más directamente, ya que a todo nos será imposible llegar. Lo primero intentar evitar la erosión del suelo y la perdida de la primera, capa en la que, a pesar del fuego, todavía sigue habiendo semillas y materia orgánica. Como nos pasa en la bodega y en las viña, por ejemplo, pensamos que la intervención que podamos hacer debe ser suave y simplemente ayudar a que el proceso sea lo menos complicado para los “agentes naturales” implicados. Vamos a empezar a hacer zanjas, y bancales, es posible que aremos algunas zonas para ver que tal se comportan las tierras cuando vengan las lluvias y utilizaremos la técnica promovida por nuestro admirado Fukuoka, el Nendo Dango, que consiste en hacer “bombas” de semillas, arcilla y abono, las cuales se esparcen por el terreno y esperan tranquilamente a germinar en el momento más oportuno. Podar y abonar el monte bajo y los arboles que estén vivos, sacar la madera quemada, etc. Según vaya evolucionando, en dos años empezaremos repoblando con arboles adaptados, evitando los de crecimiento rápido que no estén adaptados al clima de la zona.

Estamos ya pidiendo información a nuestros amigos de forestales en el campus de ponferrada de la Universidad de León, para que en nuestro ímpetu por hacerlo bien, no cometamos muchos errores.

No podremos llegar a todas las hectáreas quemadas, que en el caso de Villafranca deben ser muchas, pero si cada persona hace un poco, se podría conseguir recuperar el monte mas rápidamente.

 

En el caso de los trabajos agrícolas/forestales, lo haremos en las fincas de nuestra propiedad e intentaremos ayudar a otras personas que lo quieran hacer, pero en el resto de tierras, os propondremos participar en talleres de Nendo Dango que organizaremos en la granja escuela para luego sembrar los montes con “bombas” de semillas.

 

¡¡Mantened la conexión!!